BOXEO

Se ha demostrado a través de diversos estudios que la práctica del boxeo puede ser de gran ayuda para mitigar los efectos de la enfermedad, gracias a los diversos beneficios que se derivan de la práctica de este deporte.

En general, entre los diversos aspectos, el boxeo trabaja sobre la pérdida paulatina de movimiento, la aparición de rigidez muscular, la pérdida de coordinación, equilibrio, respuesta motora y lentitud de movimientos.

En concreto, el entrenamiento continuo con un tipo particular de boxeo (sin contacto) estimula la producción de dopamina, cuyo déficit en el cerebro está estrechamente relacionado con el Parkinson. Este aumento de la hormona se debe por sí solo al propio programa de entrenamiento de boxeo, que trabaja la coordinación, la respuesta motora simultánea tras estimulación externa, la libertad de movimiento y el trabajo en múltiples áreas físicas.

El boxeo puede, por tanto, ayudar a mitigar y, en consecuencia, a frenar los problemas derivados de la enfermedad, mejorando la calidad de vida de las personas que la padecen.

• Mejora la autoestima
• Aumento de la masa ósea y muscular
• Libera tensión y estrés
• Mejora la salud cardiovascular, a la vez de mejorar la resistencia física
• Mejor la coordinación; el equilibrio y la postura corporal